“…creed al Señor vuestro
Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados”.[1]
“La formación de pequeños grupos como base del
esfuerzo cristiano, me ha sido presentada por uno que no puede errar.”[2]
Este es el texto rey con respecto a Grupos Pequeños a lo largo del Espíritu de
Profecía. Sin duda expresa que el plan de los Grupos Pequeños le fue mostrado a
Elena G. de White para que el pueblo remanente no olvide sus orígenes. No
olvide que la Iglesia Adventista
del Séptimo Día, nació de un humilde pero organizado y consagrado Grupo
Pequeño, y más aún, porque hay un propósito especial.
Isabel y
Daniel Rode, entienden que la cita anterior puntualiza varios aspectos,[3]
entre ellos:
1.
Los G.P. debieran ser la base de todo esfuerzo
cristiano.
2.
Esta forma de trabajar es dada por Dios, no por
hombres.
3.
El trabajo en G.P. tiene asegurado el éxito pues fue
dado por Dios, y Él no yerra.
4.
El trabajo en G.P. es aplicable a iglesias de todo
tipo y tamaño.
5.
El resultado del trabajo en G.P. es el crecimiento
de la iglesia.
Impresionante,
no hay duda que una iglesia organizada en Grupos Pequeños, es una iglesia que
gozará de un crecimiento integral.
Lo que Elena G. de White destaca es la naturaleza evangelizadora de los Grupos Pequeños. Calificando a los Grupos Pequeños como la base el esfuerzo cristiano, ella no está diciendo que sean más importantes que la respectiva iglesia madre, ni que deban sustituir la estructura departamental de la iglesia. Ella está simplemente diciendo que las estrategias evangelizadoras de la iglesia serán más eficaces si sin implementadas por medio de Grupos Pequeños.
Ella destaca esta verdad en la siguiente declaración: "Por qué no sienten los creyentes preocupación más profunda, más fervorosa, por los que están apartados de Cristo? Por qué no se reúnen dos o tres e instan con Dios por la salvación de determinada persona y, en seguida, oran respecto a otra? Formemos en nuestras iglesias grupos para el servicio. Únanse varios miembros para trabajar como pescadores de hombres. Procuren arrebatar almas de la corrupción del mundo para la salvadora pureza del amor de Cristo " (Testimonio para la Iglesia, t.7,pp. 21).
Los Grupos Pequeños deben estar bien
organizados
No obstante,
estos Grupos Pequeños (base del esfuerzo cristiano) deben estar correctamente
organizados, pues Dios es un Dios de orden. La declaración siguiente es muy
clara: “Haya en cada iglesia
grupos bien organizados de obreros que trabajen en el vecindario de la misma.”[4]
No es necesario salir fuera del lugar donde los cristianos viven, sino por el
contrario entre sus vecinos, en su barrio simplemente.
¿Cuántos vecinos suyos aún no pertenecen a la
iglesia? ¿Cuántos familiares tuyos aún no han aceptado a Cristo? ¿Ya ves? ¡Hay
mucho por hacer querido hermano, querido pastor…!
En una ocasión, mientras dictaba un seminario sobre
cómo ganar almas en un día, un hermano me dijo que él no tenía a quién predicar. Me
sorprendió y causó un poco de gracia su declaración. Le pregunté si tenía
vecinos que no eran adventistas, me dijo que sí, le pregunté si tenía
familiares no adventistas, me dijo que sí, le pregunté si tenía amigos que no
eran adventistas, me dijo que sí, le pregunté si tenía clientes que no eran
adventistas, me dijo que sí, etc. Hay
algunos adventistas que creen que no hay a quiénes predicar y no se dan cuenta
o no quieren darse cuenta de que hay muchos al "frente de sus narices".
Los
Grupos Pequeños y sus actividades principales según Elena G. de White
Los Grupos Pequeños tienen
muchas actividades, pero entre muchas existen dos principales:
Adoración: Cumpliendo la razón de cada ser creado
Elena G. de
White asevera: “Que haya pequeños grupos que se reúnan para estudiar la Biblia en las tardes, o
temprano al empezar el día. Dispongan tiempo para orar con el fin de ser
fortalecidos, iluminados y santificados por el Espíritu Santo...Si lo hacen de
este modo, recibirán una gran bendición por
parte de Uno que consumió su vida en el servicio, ofrendándola para redimirnos.”[5]
¡Qué preciosas enseñanzas…! ¡Recibir gran bendición al reunirme en grupos
pequeños! ¿Ya experimentaste las grandes
bendiciones de los grupos pequeños? Es por ello que, ¡Grupos
Pequeños: Grandes Bendiciones…!
Predicación: Cumpliendo la misión de cada hijo de Dios
Evangelizando al mundo pecador, la declaración es
muy directa: “Si hay un gran número de hermanos en la iglesia, organícense en
grupos pequeños, para trabajar no solamente por los miembros de la iglesia,
sino por los no creyentes también.”[6]
Del mismo modo, siguiendo el ejemplo del ministerio integral de Jesús, cada Grupo Pequeño es
siervo, por ello: “Organícense nuestras iglesias en grupos para servir. Únanse
diferentes personas para trabajar como pescadores de hombres. Procuren arrancar
almas de la corrupción del mundo y llevarlas a la pureza salvadora del amor de
Cristo.” [7]
Además, “La
presentación de Cristo en la familia, en el hogar, o en pequeñas reuniones en
casas particulares, gana a menudo más almas para Jesús que los sermones
predicados al aire libre, a la muchedumbre agitada o aun en salones y capillas.”
[8]
Grupos Pequeños para una obra más amplia
Finalmente, “El
tiempo es corto y nuestras fuerzas deben organizarse para hacer una obra más
amplia.”[9]
Es imposible negar que Elena G. de White, la mensajera de Dios para el pueblo
del fin, haya declarado a favor del los Grupos Pequeños. Por tal razón donde el
Rey de reyes manda, yo obedezco, ¿y tú?
Las iglesias numerosas no cumplen con el mandato
divino
Es por ello
que jamás estuve de acuerdo con iglesias de varios turnos. Si una iglesia está
creciendo aceleradamente debe dividirse y buscar otros horizontes para que el
evangelio crezca. Una mega iglesia, aunque esté organizada en Grupos Pequeños,
no cumple la razón, ni la misión de un verdadero Grupo Pequeño. Un verdadero Grupo Pequeño debe ir y crecer
también territorialmente.
Elena G. de
White menciona: “Si hay muchos miembros en la iglesia, organícense en pequeños
grupos para trabajar no sólo por los miembros de la iglesia, sino a favor de
los incrédulos. Si en algún lugar hay solamente dos o tres que conocen la verdad, organícense en
un grupo de obreros.”[10]
Elena G. de White y los Grupos Pequeños,
en la práctica
Es probable
que haya algunos que reaccionen como el hermano Adolfo. Después de mostrarle
las citas anteriores en un seminario, me dijo: “pastor, Elena G. de White,
¿aconsejó solamente o también vivió en Grupos Pequeños?”. Entonces, es preciso
destacar que la mensajera del Señor, experimentó las bendiciones de los Grupos
Pequeños.
Elena G. de
White “se relacionó con los grupos pequeños a lo largo de toda su vida”,[11]desde
su niñez en la iglesia metodista donde eran miembros antes de 1844.
La primera
visión que tuvo fue en un Grupo Pequeño, durante su estadía en Europa
(1885-1887), en sus siguientes años en Estados Unidos (1887-1891), en los años
que vivió en Australia (1891-1900), y finalmente en los Estados Unidos,
aconseja sobre los Grupos Pequeños en todas las áreas de la obra evangélica, y
el año 1902, después de 52 años de vivencia en Grupo Pequeños, es significativo
escuchar la declaración magistral e inspirada por Dios: “La formación de
pequeños grupos…”[12]
No es que
Elena G. de White solo haya aconsejado, sino que en su experiencia ella vio
cómo Dios guiaba a su pueblo a través de esa maravillosa y divina forma de
organización para una amplia obra evangélica.
Maravillosas lecciones:
1. La
Biblia
dice: “…creed al Señor vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas,
y seréis prosperados” (2 Cr. 20:20).
2.Elena G. de White, mensajera del
Señor, es como Moisés en los tiempos del errante pueblo hebreo. Su consejo es
vital.
3. Los Grupos Pequeños fueron probados y comprobados
por la misma mensajera de Dios. Así tuvo su inicio la Iglesia Adventista
del Séptimo Día.
Referencias bibliográficas:
[1]2 Cr. 20:20- VRV 2000.
[2]Elena G. de White, Joyas de los testimonios, 3:84.
[3]Isabel Rode y Daniel Rode , Crecimiento: Claves para revolucionar su
iglesia (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2003), 87.
[5]Ibid.
[6]Elena G. de White, El evangelismo, 89.
[7]Elena G. de White, Joyas de los testimonios, 3: 84.
[8]Elena G. de White, Obreros evangélicos, 201.
[9]Elena G. de White, Servicio cristiano, 92.
[10] Ibid.
[11]Daniel Rode e Isabel Rode, Crecimiento: Claves para revolucionar su
iglesia, 85.
[12]Ibid, 85,86.
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